El Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas surge de la preocupación de un grupo de terapeutas de la práctica privada y otras profesionales sensibilizadas por el tema de la violencia intrafamiliar. Las mismas se habían planteado llevar a mujeres de escasos recursos económicos la asistencia para detener la escalada de violencia contra ellas.
La finalidad de este equipo, en sus inicios, fue formarse en intervenciones dirigidas a detener el circuito de la violencia que se había estructurado en la relación de pareja. Cómo intervenir en la dinámica relacional victimario-víctima era la preocupación por lo que se desarrolló un programa de intervención psicoterapéutica esperando estimular a la mujer a cambiar su rol de víctima en una acción de mujer resiliente. Además, preservar su integridad física y psicológica
El PACAM inició un programa de psicoterapia individual con el objetivo de acompañar a la mujer en asumir la protección hacia sí misma logrando, empoderarse ante el victimario, alcanzar autonomía, recuperar la confianza en sí misma, vencer el aislamiento, el miedo y la vergüenza, entre otras situaciones difíciles.
Conforme se fue fortaleciendo este programa y nosotras poder observar los resultados, se incorporó el Programa de Mutua Ayuda estructurado por las mismas mujeres que han recibido la asistencia sicológica individual.
El propósito es romper el silencio y el aislamiento. Promover un sistema de apoyo para que ellas puedan desarrollar nuevos recursos personales que les permitan tener una vida digna y justa.
Transcurrido el tiempo, nos percatamos que teníamos que tomar en cuenta el daño y las consecuencias que sufrían los hijos testigos de la violencia ejercida por el esposo maltratador. Esto permitió que creáramos el Programa de los Buenos Tratos a la Niñez y a la Adolescencia. Además, acompañado de la creación de la Escuela de Madres.
Ahora proyectamos desarrollar un nuevo programa que hemos denominado Mujeres Resilientes en Acción Comunitaria, el cual se nutrirá de las mujeres que hayan pasado por los distintos programas y estén listas para ejercer su resiliencia en el contexto comunitario en que se desenvuelven, sensibilizando y concienciando a otras mujeres. Se llevará directamente a la comunidad a la cual pertenecen, para una mayor eficacia en la mujer resiliente y en la comunidad misma.
La finalidad de este equipo, en sus inicios, fue formarse en intervenciones dirigidas a detener el circuito de la violencia que se había estructurado en la relación de pareja. Cómo intervenir en la dinámica relacional victimario-víctima era la preocupación por lo que se desarrolló un programa de intervención psicoterapéutica esperando estimular a la mujer a cambiar su rol de víctima en una acción de mujer resiliente. Además, preservar su integridad física y psicológica
El PACAM inició un programa de psicoterapia individual con el objetivo de acompañar a la mujer en asumir la protección hacia sí misma logrando, empoderarse ante el victimario, alcanzar autonomía, recuperar la confianza en sí misma, vencer el aislamiento, el miedo y la vergüenza, entre otras situaciones difíciles.
Conforme se fue fortaleciendo este programa y nosotras poder observar los resultados, se incorporó el Programa de Mutua Ayuda estructurado por las mismas mujeres que han recibido la asistencia sicológica individual.
El propósito es romper el silencio y el aislamiento. Promover un sistema de apoyo para que ellas puedan desarrollar nuevos recursos personales que les permitan tener una vida digna y justa.
Transcurrido el tiempo, nos percatamos que teníamos que tomar en cuenta el daño y las consecuencias que sufrían los hijos testigos de la violencia ejercida por el esposo maltratador. Esto permitió que creáramos el Programa de los Buenos Tratos a la Niñez y a la Adolescencia. Además, acompañado de la creación de la Escuela de Madres.
Ahora proyectamos desarrollar un nuevo programa que hemos denominado Mujeres Resilientes en Acción Comunitaria, el cual se nutrirá de las mujeres que hayan pasado por los distintos programas y estén listas para ejercer su resiliencia en el contexto comunitario en que se desenvuelven, sensibilizando y concienciando a otras mujeres. Se llevará directamente a la comunidad a la cual pertenecen, para una mayor eficacia en la mujer resiliente y en la comunidad misma.
