viernes, 11 de abril de 2014

MECANISMOS ADAPTITIVOS DE LA MUJER VÍCTIMA DE VIOLENCIA

Por Soraya Lara, M.A. Presidenta Pacam.-

LEÍDO 1ER. SIMPOSIOIBEROAMERICANO DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. AUDITORIUM DON MANUEL DELCABRAL. BIBLIOTECA DON PEDRO MIR DELA UASD. MIÉRCOLES 22 DE ENERO 2014. 


Comenzaré con una cita que he considerado oportuna para iniciar el diálogo con los presentes en este auditórium: “La culpa, la vergüenza, la sorpresa y el miedo pueden considerarse sentimientos generados (potenciados) por el propio proceso del maltrato, sobre el cual a su vez influyen, desarrollando el papel decisivo en la prolongación de la relación” Escudero, Polo, López, Aguilar, 2005. Estudio ¨La persuasión coercitiva modelo explicativo del mantenimiento de las mujeres en una situación de violencia.

En la investigación realizada en el PACAM en el año 2009, titulada Impacto Psicológico en Mujeres Maltratadas: el caso de la República Dominicana, encontramos que las víctimas de violencia presentaron un cuadro psicopatológico caracterizado por el Trastorno de Estrés Postraumático, síntomas de ansiedad, depresión y sufrimiento psíquico. Se destacauna presencia elevada del estrés postraumático, ansiedad y depresión.


Nuestra investigación se llevó a cabo con la intención de detectar si las mujeres que asistían a nuestro programa de atención psicoterapéutica presentaban un cuadro psicopatológico similar a los arrojados en otros estudios realizados en otros países. Queríamos conocer si el daño provocado a consecuencia de la exposición a la violencia podría o no ser irreversible.

Los resultados fueron similares a pesar de las diferencias culturales y económicas. La diferencia más notable de la muestra de estudio representaba a una población de mujeres con estudios secundarios y que percibían ingresos económicos.

Si las razones no eran exactamente económicas ni por baja escolaridad, nos preguntamos: ¿Qué otras variables podrían estar incidiendo en la mujer, que perpetuara el vínculo traumático con su agresor si no dependían económicamente de la pareja de forma absoluta? Comenzamos a observar la forma de pensar de las mujeres acerca del acontecimiento de la violencia y el vínculo traumático con el agresor, sus emociones y reacciones. En nuestros 11 años de intervención directa con las víctimas de violencia, observamos que existen otros factores que se sobreponen a factores económicos.

¿Qué nos planteamos observar? Los mecanismos adaptativos que actúan sobre la realidad misma modificándola para que no se altere, y los mecanismos de defensa que actúan inconscientemente, no modifican la realidad, sino que intentan disminuir la ansiedad que provoca el acontecimiento.

Para poder comprender estos mecanismos fue necesario entender cómo operaban las estrategias en el pensamiento, las emociones y las estrategias de dominación y control de los hombres que ejercían violencia.

Las estrategias utilizadas por los hombres con conductas violentas van desde las persuasiones y manipulaciones coercitivas, infundir miedo, crear culpa y hacer que la mujer sienta vergüenza. Son mecanismo que distorsionan el origen de la violencia, la comprensión de la misma, dejando a las víctimas sin aparente posibilidad de salida.

Las estrategias utilizadas por la pareja maltratadora vulneran la capacidad crítica de la mujer creándole distorsiones cognitivas que reducen su campo de acción por el sentimiento de culpa, miedo y vergüenza por el que atraviesa.

Los mecanismos adaptativos y defensas del Yo disminuyen temporalmente la tensión. La mujer retoma el equilibrio de manera adaptativa ante la situación adversa. Va perdiendo gradualmente las habilidades para enfrentar la tensión y las capacidades para afrontar y defenderse de la violencia ejercida contra ella.

Froma Walsh en su libro Resiliencia Familiar (2004) cita a Seligman haciendo alusión al concepto Síndrome de Indefensión Aprendida. Este autor demostró que se podía condicionar a las personas a fin de que permanezcan pasivas o renuncien a la resolución de problemas, en particular si las recompensas y castigos no están ligados a su conducta de modo predecible.

La conducta del agresor no siempre es predecible para la mujer. No siempre sabe cuándo él la va a violentar.

La mujer mantiene una conducta de hipervigilancia. Su campo perceptual se centra sobre él para estar atenta a la agresión. La hipervigilancia la desconecta del entorno quedando cada vez más aislada. Mantiene en sus pensamientos la imagen del maltratador. Las escenas de los malos tratos permanecen a través del tiempo, a pesar de la ausencia de su pareja. Las experiencias sensoriales de los golpes, humillaciones y descalificaciones son recurrentes en sus pensamientos.

Estas experiencias que se reducen a su campo perceptual aumenta el sufrimiento psíquico. Sus respuestas, generalmente, van asociadas a huir del evento violento. Evitar una agresión que puede ser que ocurra o no en el momento. El temor a ser atacada activa el mecanismo de evitación o huida. El miedo la hace aislarse en su propio entorno, quedando así confinada a un contexto inseguro.

El maltratador detecta los campos de vulnerabilidad de la mujer y los usa para atacarla; como consecuencia, menoscaba más su integridad psicológica. Muchos saben la historia de vida de su pareja o estratégicamente detectan su vulnerabilidad para atacarla con la intencionalidad de provocarle más sufrimiento, vergüenza, culpa y miedo. Estrategias que logran disminuir la capacidad crítica de la mujer para cuestionar la realidad construida desde el discurso del agresor. El impone su realidad. Logra colonizar a través de mensajes el pensamiento de la víctima.

La Dra. Jeanette Garderberg utiliza el término de vulnerabilidad aprendida para describir las personas que literalmente han aprendido a ser indefensas y a actuar con abandono. La mujer víctima de violencia queda atrapada entre defenderse y no defenderse no logra parar la violencia ejercida contra ella. Se le cierran todas las posibilidades de enfrentar el problema de manera positiva. No sabe qué hacer, qué pasos dar, cuáles son las reacciones oportunas. Espera dentro de los espacios de vulnerabilidad a ser rescatada. Queda indefensa y sin esperanzas.
La mujer queda atrapada durante años en una realidad cotidiana plegándose en el vínculo traumático, desconociendo su umbral del dolor y la capacidad crítica para comprender los mecanismos adaptativos que operan inconscientemente, reduciendo la posibilidad de salida.

Estamos frente a un fenómeno marital, familiar y social que exige de mayor comprensión para acompañar a la mujer cuando demande la ayuda para la supervivencia física y psicológica.


Muchas gracias.

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